Como ya sabemos, los modelos de excelencia, lejos de ser prescriptivos, establecen un marco de gestión y una serie de buenas prácticas (punto de guía) estructuradas en base a criterios y subcriterios lógicamente ensamblados dentro de una lógica sencilla de gestión: Dirección, Ejecución y Resultados, dicho de otra forma, por qué hacemos las cosas, cómo las hacemos y qué resultados obtenemos en consecuencia.
Por lo tanto, y en primer lugar, el Modelo nos brinda un esquema lógico sencillo para la gestión.
Apenas ha pasado un mes de confinamiento y ya hemos tomado conciencia de que muchas cosas van a cambiar. Esto supone un cambio en el ecosistema de las organizaciones. El contexto y la interacción de relaciones entre las diferentes partes interesadas está cambiando ya. En algunos sectores de manera más radical que en otros, pero no habrá ecosistema que no se vea afectado por esta crisis. En este sentido, el nuevo Modelo EFQM 2020, en su primer bloque Dirección establece de manera estructurada qué debe hacer una organización para establecer su propósito, visión y estrategia, de manera que todo esté en sintonía con su ecosistema y las necesidades y expectativas de los grupos de interés.
El Modelo EFQM 2020 nos ayuda a establecer esos mecanismos de relación con los grupos de interés relevantes para que conozcamos de manera actualizada y dinámica aquellas cuestiones que son fundamentales. Porque solo satisfaciendo las necesidades de estas partes interesadas seremos capaces de emprender un propósito con sentido y una estrategia con éxito.
Viendo cómo puede cambiar el mundo en cuestión de semanas, los líderes de las organizaciones tendrán que ser capaces de establecer estrategias dinámicas, basándose en un análisis de aquellos datos e información que puede afectar a las acciones previstas, los recursos disponibles o el orden de las prioridades establecidas. Si no contamos con una estrategia, tampoco seremos capaces de interpretar un ecosistema dinámico con un criterio válido.
En definitiva, el Modelo EFQM 2020 ahora más que nunca nos ofrece una marco de gestión que nos puede ayudar a que nuestra organización adopte un enfoque orientado a la transformación continua. Si somos capaces de establecer los mecanismos para que seamos capaces de adaptarnos rápidamente a los cambios, los resultados no sólo serán positivos para la cuenta de resultados, sino para la propia sociedad en general.